Proverbios 19:1-5
Devocional
“Mejor es el pobre que camina en integridad, Que el de perversos labios
y necio.” (V.1) El deseo de Dios es ver a sus hijos andando en integridad, esta es una
virtud del carácter humano que implica total sinceridad y rectitud. El pasaje
nos reta a preferir la pobreza antes que sacrificar la integridad.
¿Muestran sus acciones que sacrifica su integridad
para incrementar su riqueza?
¿Qué cambios necesita hacer para corregir sus
prioridades?
“La insensatez
del hombre tuerce su camino, y luego contra Jehová se irrita su corazón.” (V.3) Siempre existen
consecuencias en las decisiones que tomamos, muchas veces el orgullo, el deseo
y otras tentaciones nos incitan a cambiar nuestro rumbo. Nos damos excusas:
“todos lo hacen, solo será una vez, si nadie se entera no hay problema, etc.”.
Aquí vendemos nuestra integridad por nuestro egoísmo y siempre pagamos las
consecuencias. Si esto ocurre no seamos insensatos para reclamar a Dios cuando en
su palabra de amor nos ha enseñado el camino que debemos andar.
La zorra y el leñador
Una zorra estaba siendo perseguida por unos cazadores cuando llegó al
sitio de un leñador y le suplicó que la escondiera. El hombre le aconsejó que
ingresara a su cabaña. Casi de inmediato llegaron los cazadores, y le
preguntaron al leñador si había visto a la zorra. El leñador, con la voz les
dijo que no, pero con su mano disimuladamente señalaba la cabaña donde se había
escondido. Los cazadores no comprendieron las señas de la mano y se confiaron
únicamente en lo dicho con la palabra. La zorra al verlos marcharse, salió sin
decir nada. El leñador le reclamo por qué a pesar de haberla salvado, no le
daba las gracias, a lo que la zorra respondió: Te hubiera dado las gracias si
tus manos y tu boca hubieran dicho lo mismo. No niegues con tus actos, lo que
pregonas con tus palabras.
Pr, Esteban Montero
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